EMBELESOS
Llegaste suavemente
muy dulcemente:
Cual obsequio inesperado
dé unas manos generosas.
Llegaste como arriban
las naves que del mar
retornan a ese puerto
del que un día partieron.
Y en esa mansedumbre
me quede contemplando
con ternura inusual
tu celestial figura.
Te recibí en mi alma
en éxtasis y embelesos
y guardo estos recuerdos
cual un encantamiento.
Llegaste como vuelven
las aves a sus nidos
cuando la tarde tiene
sus últimos suspiros.
Guayaquil, enero 8 del 2001
Llegaste suavemente
muy dulcemente:
Cual obsequio inesperado
dé unas manos generosas.
Llegaste como arriban
las naves que del mar
retornan a ese puerto
del que un día partieron.
Y en esa mansedumbre
me quede contemplando
con ternura inusual
tu celestial figura.
Te recibí en mi alma
en éxtasis y embelesos
y guardo estos recuerdos
cual un encantamiento.
Llegaste como vuelven
las aves a sus nidos
cuando la tarde tiene
sus últimos suspiros.
Guayaquil, enero 8 del 2001
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home